El micelio es la parte vegetativa de un organismo fúngico, que consiste en una masa de hifas ramificadas y filiformes. Su función se asemeja a la de las raíces de las plantas.Representa la principal vía de absorción y distribución de los nutrientes dentro de una red fúngica. El micelio puede crecer en horizontal y en vertical, de modo que puede extenderse y explorar su entorno. También se encarga de descomponer la materia orgánica, lo que contribuye a la reintegración de los nutrientes en el ecosistema. El micelio se usa con diferentes fines, como la producción de alimentos, la biorremediación y la medicina.
En la industria alimentaria, el micelio puede emplearse como un control de plagas natural y aporta al suelo nutrientes esenciales que mejoran el rendimiento de los cultivos. Además, puede mantener a raya los niveles de erosión y mejorar la salud del suelo.
En el sector de la construcción, el uso de compuestos con micelio para la construcción se denomina micotectura. Los ladrillos y aislantes a base de hongos, son cada vez más populares. Estos productos ecológicos no solo son sostenibles, sino también ligeros, ignífugos y biodegradables.
¡Y eso no es todo! El micelio también tiene propiedades medicinales y se usa desde hace siglos en la medicina tradicional china para tratar diversas dolencias. Los estudios han demostrado que puede reducir la inflamación, mejorar el sistema inmunitario y combatir los virus.
Por último, pero no menos importante, el micelio puede usarse para crear envases sostenibles. Los envases de plástico tradicionales son un desastre para el medioambiente y pueden tardar cientos de años en descomponerse. Sin embargo, los envases de micelio son 100 % compostables y pueden descomponerse en pocas semanas.
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