Para limpiar los champiñones y setas, usa papel absorbente o un cepillo suave. Evita sumergirlos en agua, ya que absorben la humedad y se reblandecen.
Guarda los champiñones y setas dentro de una bolsa de papel en la nevera. Evita las bolsas de plástico porque atrapan la humedad, lo que provoca que se estropeen antes. Respeta la fecha de consumo preferente para que conserven la mejor calidad.
Sí, los champiñones y setas se pueden congelar, pero es mejor cocinarlos primero. Saltéalos o hazlos al vapor, deja que se enfríen y, después, congélalos en recipientes herméticos o bolsas para congelador. De esta forma, mantendrás su textura y sabor.
Los champiñones y setas que estén viscosos, tengan manchas oscuras o desprendan un olor fuerte probablemente se hayan puesto malos y deberían desecharse.
Sí, los champiñones y setas deshidratados pueden volverse a hidratar en agua caliente y emplearse en diversas recetas. No obstante, tienen un sabor más concentrado que los champiñones frescos.
Sí, los champiñones como los Portobello y las setas como las shiitake tienen una textura parecida a la carne y un sabor umami, lo que los convierte en una alternativa excelente a los productos cárnicos en platos vegetarianos y veganos. Los champiñones y setas se prestan en especial a su uso en mezclas para reducir el consumo de carne como parte de una dieta específica o debido a limitaciones en el presupuesto.